Este es el eje temático base del trabajo del CEESP, tiene que ver con indagar sobre las formas organizativas de base en sectores populares y con la dinámica económica que desde ahí se despliega. El nombre de este eje temático es circunstancial, ya que justamente el CEESP se propone producir propuestas conceptuales que intenten trascender la desgarradora separación –práctica e intelectual– producida por la modernidad capitalista entre política y economía.
La idea de Gestión popular de la reproducción colectiva de la vida cumple este propósito. Comprender los procesos que desde distintos sectores populares de la vida son desplegados para lograr la reproducción social de la vida, considerando, al mismo tiempo, las dinámicas organizativas en que se inscriben, que las impulsan, que se descomponen, que dejaron de existir, etc.
Si bien los conceptos e indicadores tradicionales para identificar a sectores populares –como pobreza– pueden ser útiles para caracterizar, contextualizar, dimensionar algunos aspectos de la vida social, el CEESP asocia el concepto de popular con la noción de “expropiación”, se expropian capacidades de decisión (estatalización de la política) y se expropia excedente económico (explotación).
Es en este sentido que el Centro de Estudios Populares se propone entender lo que los sujetos colectivos hacen frente a estas circunstancias. El intento por reapropiarse de prerrogativas y excedente, las estrategias, las dificultades, los horizontes, la violencia, la función anticapitalista (de existir) y también la dominación que también se reproduce desde esta forma de gestión popular de la reproducción colectiva de la vida.
En un mundo capitalista cuidar la vida y garantizar la reproducción social de la vida significa, en una gran cantidad de oportunidades, hacer frente a un sistema complejo de dominación. Poner la vida en el centro implica resguardar o recuperar un excedente que el capital pulsa por expropiar. También implica abrir un cauce de recuperar prerrogativas frente a la dinámica estatal de la política.
Es así que las organizaciones de base, las actividades cotidianas que realizan y sus horizontes de deseo, suelen toparse con un escenario hostil en el que se ven obligados a demandar, reivindicar, negociar o impugnar –por canales legales o de fuerza– para mejorar las condiciones materiales que gestionan, para lograr un control efectivo sobre alguna dimensión de la vida cotidiana o, simplemente, para rechazar distintas formas de agresión.
En este sentido, el CEESP también trabaja visibilizando, analizando y comprendiendo todos estos haceres en torno a desplegar, ampliar o defender esa capacidad colectiva de reproducción de la vida frente a la dinámica estatal y a la vorágine capitalista. Señalando siempre la importancia que tienen estas luchas y resistencias –muchas veces menospreciadas y tachadas de “economicistas” o “inmediatistas”– para la construcción de alternativas societales.
Mirar las luchas feministas implica una forma de investigación militante feminista, en la cual se presta atención a las diversas formas de dominación y procesos de transformación social u horizontes de sentido que construyen nuevas formas de socialidad desde el feminismo -como una forma de contrapoder y desde la capacidad deseante de quien investiga-. Desde este eje temático se busca hacer una lectura diferente del poder; sin dejar de considerar la construcción del capitalismo y colonialismo en su relación con el patriarcado, tomando en cuenta la singularidad de nuestro contexto –como nuestras tramas y traumas ligados a la violencia en su relación con el proceso colonial y despojo capitalista-, pero también desde las diversas cartografías, que van más allá de las fronteras del territorio nacional, en la cual se inscriben alianzas y donde los cuerpos también forman parte de esas cartografía como territorio de lucha y resistencia.
Así también, se plantea poner en discusión aspectos relacionados con la economía feminista y su relación con la economía popular, principalmente como crítica al extractivismo que afecta a sectores indígenas del país y genera procesos de despojo a nivel material y subjetivo y de sus formas de reproducción de la vida.
Por último, se quiere prestar atención sobre las actividades de reproducción y cuidado de la vida, es decir, poner la mirada sobre quienes asumen la responsabilidad del cuidado de la vida, y así, nombrar aquello que no es nombrado y comprender sus entramados en relación al poder y género. Además, se pretende comprender las formas como se resuelve el sostenimiento de la vida humana y las formas de organización social; entender cuáles son los intereses prioritarios de una sociedad, tomando en cuenta que las necesidades humanas no son solo de bienes y servicios sino de afectos y relaciones; y, recuperar y visibilizar las diversas formas de trabajo, incluidas aquellas que no dejan huella y que se asocian principalmente a las mujeres.
La crisis sanitaria derivada de la pandemia de la covid-19 ha puesto de manifiesto un conjunto de problemas que exponen la precaria y dramática situación del sistema de salud boliviano y, en general, de la dinámica de los cuidados que se gestionan en el ámbito público.
En este sentido y a partir de la presente coyuntura, el CEESP se propone desplegar un debate público en torno al cuidado de la vida y a la función pública en torno a la salud. Si bien es cierto que el enfoque institucional se centra fundamentalmente en aquellas formas y capacidades organizativas en torno a la reproducción social de la vida, en un mundo capitalista, en el que la gestión del poder dominante se ejerce en torno a la forma estatal de la política, la cuestión de los cuidados tiene que ser complejizada en el análisis.
Lograr que el excedente económico que es gestionado por las instituciones del Estado sea en mayor o menor medida destinado a la expansión capitalista depende, en gran medida, de la presión y los mandatos que la sociedad puede ejercer sobre dichas instituciones. En el caso de Bolivia, dicha capacidad de presión proviene de las formas organizativas que emergen desde abajo. Cuando la presión es mayor, ese excedente es disputado para que se redirija hacia sectores y actividades que mejoran las condiciones materiales y simbólicas de la reproducción social de la vida.
Por otro lado, la precarización del sistema de salud, también tiene que ver con el debilitamiento de las tramas organizativas populares, más en un escenario de pandemia, ya que, ante una individualización del acceso al sistema de salud, las tramas se ven descuidadas y se producen procesos de fragmentación y desconfianza.
En este sentido, el acceso a un sistema público de salud en condiciones dignas, es un problema que debe, también, ser abordado, discutido y disputado desde las formas organizativas de base, rompiendo con la naturalización que, por lo menos en Bolivia, existe sobre la precariedad en el acceso a la salud. Ello, además, implica generar un debate sobre los límites de lo público y lo común.
El CEESP pretende abordar el tema de la salud y los cuidados desde varias dimensiones, aunque las siguientes se consideran fundamentales:
- Análisis crítico de los datos ya producidos en el campo de la salud a nivel integral (bienestar físico, mental y social).
- Producir datos necesarios para comprender la problemática de la salud.
- Poner a disposición de la población y principalmente de las organizaciones comunitarias la información producida y/o analizada para que, a partir de esto, puedan tomar decisiones y acciones en el cuidado integral de la vida.
- Comprender el fenómeno de la naturalización de una salud precaria en Bolivia.